A estas alturas ya debes estar hasta el gorro de mensajes navideños y deseos para el nuevo año. Y todos, cómo no, te auguran azucaradamente un buen 2014 y te dicen lo bien que va a ir todo y lo estupendo que va a ser.
Así que si estás cansado de felicitaciones un poco ramplonas, escritas de manera estándar y sospechosamente optimistas, déjanos refrescarte un poco con una visión un poquito más realista.
A ver... ¿para qué engañarnos? El 2014 pinta bastante mal.
Es probable que tengas la sensación de que la crisis se está acabando, producto de los mensajes que se oyen en los medios de comunicación. Pero no te lo tomes demasiado en serio. Los mismos que ahora dicen eso para que consumas como un poseso durante las fiestas navideñas, son los mismos que de aquí unos meses te dirán que se ven obligados a subirte los impuestos una vez más.
Nosotros ahora mismo vivimos en un pueblo en el que están valorando la opción de cerrar el servicio de urgencias nocturno por falta de dinero. O sea que por un lado nos dicen que la crisis está terminando, pero por otra nos dicen que quizás en unos días nos lo tendremos que pensar dos veces antes de tener un infarto de miocardio, puesto que el hospital más cercano está a media hora en coche.
Nosotros creemos que la crisis no se está acabando, y que tardará en hacerlo al paso que vamos. Las crisis se superan cuando se hace un cambio importante y se deja de hacer todo aquello que la ha provocado. De momento, el único gesto contundente que se ha hecho ha sido rescatar con dinero público a los bancos. Una sociedad que hace eso, o que lo permite, es una sociedad que merece estar en crisis permanentemente. Y esa sociedad eres tú. Y nosotros.
Así que, en lugar de felicitarte las fiestas de manera simplona y desearte un feliz año a la vieja usanza, te vamos a hacer una incómoda pregunta: ¿Qué piensas hacer este 2014 para que se acabe la crisis?
Nosotros estamos un poco enfadados con nosotros mismos porque durante este 2013 no hemos hecho demasiado. Además, tenemos la sensación de no haberlo disfrutado como se merecía. No queremos que nos pase lo mismo este 2014, así que este post pretende ser una manera de fustigarnos por los errores cometidos en el 2013 y una recopilación de buenas prácticas para el 2014.
Como siempre, de todo lo que te decimos quédate con lo que te interese y te pueda servir, y desecha todo lo que consideres absurdo, banal o intrascendente.
Allá vamos:
¡Basta ya de vincular economía con felicidad! Que el 2014 sea un año horrible a nivel económico no significa que tenga que ser un mal año. Cuando estés en el lecho de muerte, ¿qué piensas decir? «No, el 2014 no lo acabé de disfrutar. Había una crisis económica y era difícil ser feliz. Ese año no cuenta. ¿Puedo repetirlo ahora?».
No. La vida no funciona así. El 2014, con crisis o sin crisis, va a suceder. Está en tus manos disfrutarlo o no. Y sea como sea, va a ser irrepetible.
Ser feliz cuando las cosas van bien es fácil, y que lo realmente meritorio es ser feliz cuando las cosas van mal. Aprovecha el 2014 para ponerlo en práctica. A nosotros nos cuesta mucho, pero no dejamos de intentarlo porque sabemos que el día que lo logremos habremos encontrado la clave de la felicidad.
No te lamentes demasiado, pero asume tus culpas. Si la sociedad a la que perteneces es actualmente un cementerio de miserias, querrá decir que tú eres parte del problema... pero también parte de la solución.
Y tienes una manera de actuar. No hace falta que vayas a manifestaciones, ni tan siquiera que votes en contra de los políticos a los que culpas. No es necesario que te enroles en un ONG para salvar el mundo, ni tampoco que te sacrifiques demasiado.
Tienes una arma poderosísima a tu alcance. Y esa arma es tu consumo.
No vale eso de criticar a los bancos y luego pagarlo todo con tarjeta. A veces te será inevitable (especialmente en internet), pero muchas veces podrás ponerlo en práctica. Será el primer paso de tu venganza.
Después puedes dedicarte a mirar las facturas de la luz de los últimos años y ver cómo ha subido el precio. Este año 2014, no dudes en que será peor. Pero olvídate si piensas que quejándote o votando a otro partido esto se va a solucionar. Tan sólo tienes una manera de poder devolverles el golpe: ponte otra capa de ropa y apaga la calefacción.
Este 2014, sé honesto. No puedes clamar contra la injusticia de que los futbolistas ganen fortunas y al mismo tiempo contribuir con tu consumo a que esto sea así. Si vas al estadio, eres cómplice. Si te compras una camiseta de tu equipo, eres cómplice. Si vas al bar a ver el partido, eres cómplice. Elige una opción: o te quejas, o contribuyes a que siga existiendo. Las dos son incompatibles.
Si como a nosotros te pone enfermo que el mundo lo controlen unas cuantas empresas, tienes muy fácil resarcirte: busca alternativas. Compra tus productos al vecino de al lado. Seguramente será un poco más caro, pero ese gesto es la primera piedra para conseguir un mundo más justo.
Olvídate de las grandes marcas si quieres un mundo igualitario. Intenta alguna vez obviar las superproducciones cinematográficas y trata de consumir cine independiente, cine local. Te llevarás una sorpresa. Lo mismo con la música.
Procura no hacer caso siempre a las grandes editoriales, pues al final se encargan de que todos leamos lo mismo. Y recuerda que en un mundo donde todos piensan igual nadie piensa mucho.(Walter Lippmann) . Compra en su lugar libros de autores independientes, que ofrecen puntos de vista y realidades completamente diferentes.
En este año nuevo que empieza, sé consecuente con lo que hagas. Cometerás muchos errores, igual que nosotros lo hacemos, pero es importante reconocer que te estás equivocando. Es mejor invertir el tiempo en analizar por qué te equivocas, que no echar las culpas a los demás o a las circunstancias, que es lo que solemos hacer por orgullo o por comodidad.
Reconoce y acepta que la mayoría de veces no podrás hacer nada contra algo que creas injusto, pero siempre habrá una alternativa que, además, suele ser más provechosa. Probablemente nosotros no podremos hacer nada para que no nos cierren el servicio de urgencias nocturnas de nuestro pueblo, pero sí podemos cuidarnos más para no tener que necesitarlas. Y esa es, sin duda, la opción más acertada.
Este 2014 va a ser un año muy duro, que paralelamente va a hacer que tengas que ser mejor en todo lo que hagas. La competencia te va a obligar a superarte. Aprovéchalo.
No te olvides que viajar es la mejor inversión que puedes hacer. No deberías dudar entre comprarte algo material y viajar. Invertir en ti mismo te va a convertir en el mejor activo que tendrás en tu vida.
Busca nuevas maneras de hacer las cosas. Nuevos planes, nuevos proyectos.
Nosotros ya tenemos uno y queremos compartirlo contigo. En este 2014, colaboraremos con una agencia de viajes haciendo de guías en Marruecos. Nos encantará poder contagiar nuestra pasión por el viaje a los demás.
Este 2014, nos hemos propuesto quejarnos menos y actuar más. Queremos ser más consecuentes con nosotros mismos y ser conscientes de todos y cada uno de los pasos que damos. Y esperamos que esta también sea tu propuesta.
Nos queda felicitarte las fiestas, y no encontramos mejor manera, después de este escrito, que hacerlo desde un prisma en el que tú y sólo tú eres el responsable de tus actos y que todo cuanto haces tiene un significado, aunque a veces pase inadvertido.
Así que recuerda que el día de Navidad vas a comer y beber como un cosaco para celebrar el nacimiento de una persona que vivió predicando la austeridad.
Y que celebrarás el Año Nuevo porque el hombre siempre ha sentido la necesidad de medir el tiempo, dividirlo y clasificarlo, para sofocar la frustración de saber que es una de las pocas cosas que nunca podrá controlar.
Aun así, y a pesar de todo, te deseamos que tengas una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario